27 d’abril, 2011

Hiperactividad infantil

¿Que significa que un niño sea hiperactivo?
Son niños que presentan un exceso de actividad motora y un escaso control de los impulsos. También se conoce a este trastorno como disminución de la atención.
¿Cuales son las características de estos niños?
En estos niños destaca:
• Hiperactividad: exceso de movimiento en un tiempo determinado, dificultades para mantener la atención sobre lo que realizan, dificultades para centrarse en tareas difíciles y se distraen con facilidad. Además tienen cierta torpeza motora, lo que da una imagen de inhabilidad general. Aunque estos niños suelen tener un coeficiente intelectual normal, suelen tener fracaso escolar ya que se distraen continuamente en clase, pasan de una tarea a otra, o de un juego a otro, cometen múltiples errores en sus tareas( el cálculo suele ser uno de sus puntos flacos), olvidan y extravían el material escolar...
• Impulsividad: se manifiesta a través de dos hechos, por un lado son niños que no tienen en cuenta las consecuencias de sus actos y no toleran que las cosas no salgan como ellos quieran. Son niños que sufren más accidentes, no guardan turno, responden agresivamente si algo no sale como quieren y no son capaces de planificar, por lo que no pueden realizar tareas que requieran una estrategia.
• Estas características hacen que sean considerados niños maleducados o gamberros, lo que les somete a un continuo rechazo que a su vez les hace ser más agresivos y les lleva a un mayor aislamiento social. El niño hiperactivo suele arrastrar una historia de fracaso escolar, familiar, social e incluso físico deportivo.
• El problema de estos niños se agrava cuando llegan a la adolescencia.
¿Dónde es más frecuente este trastorno?
Es más frecuente en los niños que en las niñas. Aunque suele ser más evidente con el inicio de la escolaridad (6-7años), se acepta que a partir de los 3 años pueda establecerse el diagnóstico.
Además no es infrecuente que las madres de estos niños hayan notado un exceso de movimiento durante el embarazo.
¿Qué causas pueden contribuir a que aparezca este trastorno?
Existen algunos factores que se consideran predisponentes.
• Biológicos: enfermedades de la madre durante el embarazo, enfermedades del niño durante la primera infancia, desnutrición, consumo de alcohol y/o tabaco durante el embarazo...
• Genéticos: padres con alcoholismo y conducta antisocial. Madres con trastornos psicológicos
• Corporales: alteraciones en el funcionamiento cerebral.
¿Cuándo debe consultar con su médico o pediatra?
Siempre que su hijo presente movimientos frecuentes de manos y pies, dificultades para permanecer sentado, dificultad para obedecer, cambie de una actividad a otra dejando varias incompletas, no juegue con tranquilidad, hable incansablemente, no escuche a los demás, practique actividades peligrosas sin evaluar los riesgos y/o algunos comportamientos de los nombrados anteriormente.
¿Cómo llegamos hasta el diagnóstico?
Es importante mantener una entrevista con el niño al igual que con el resto de los miembros de la familia. Además se realizará una exploración física para descartar que alguna enfermedad corporal pueda justificar el comportamiento del niño.
¿Cómo se trata?
Debe enfocarse desde distintos aspectos.
• Medicamentos: aunque resulte paradójico los que dan mejores resultados son los estimulantes. Siempre debe respetar las pautas que le dicte su médico para administrarlos.
• Ambiental: organizar el hogar y el marco escolar del niño para reducir los estímulos y las distracciones. En casa hay que disponer de espacios tranquilos, decorados con colores suaves, evitar ir con el niño al hipermercado, fiestas y estimular las manualidades que requieran un trabajo fino de manos (puzzles). En clase es beneficioso actividades en grupos pequeños, relación estrecha profesor alumno, estructura rutinaria y predecible, enseñanza individualizada.
• Psicológicos: los tratamientos ambientales y medicamentosos pueden ser suficientes en el caso en los que los problemas de conducta no sean predominantes y en los que existe una buena función adaptativa. Pero cuando ambos tratamientos no producen una mejoría del comportamiento, del rendimiento académico o de la adaptación social, habrá que acudir al tratamiento psicológico. Es importante tratar a estos niños ya que una parte considerable se curará.

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